Cimbrel Atlético de Hanoi

Aventuras de un socio del Atleti, colmenareño y naviego en extremo Oriente

domingo, 16 de mayo de 2010

Laos


Hay ríos míticos en el mundo:

El Amazonas, el más caudaloso y más largo, con sus selvas impenetrables, sus tribus perdidas y también sus garimpeiros y serrerías ilegales; el Nilo con los templos, las crecidas anuales y su mítico nacimiento en el lago Victoria; El río Colorado con su Gran Cañón, que tengo que ir a visitar y"emular" a Coronado; el Danubio, que ya he visto y navegado gracias a la pasión de la familia Torres por Alemania y muchos otros como el Ganges, el Volga, el Amarillo, el Amu Daria, el Manzanares, que conozco bien por razones obvias, y sobre todo el Mekong.

¿Hay alguno más nombrado y más desconocido? Atraviesa de norte a sur la Cochinchina, o sea, que está muy lejos. Nace en la meseta tibetana y desemboca en el mar de la China Meridional. Menudos nombres. Recorre China, Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam donde forma el impresionante delta del Mekong, de muy mal recuerdo para Franceses primero y Estadounidenses después.

La semana pasada fuimos de fin de semana a Luang Prabang, en Laos, ciudad Patrimonio de la Humanidad a orillas del Mekong. Y navegamos por él, y metimos los pies en sus aguas, no muy frías, y cenamos y comimos en restaurantes en su orilla, desafiando los mosquitos...Por estas cosas merece la pena andar por aquí.

Luan Prabang está a apenas una hora de Hanoi en avión de hélice. Es la tercera ciudad de Laos y es un lugar fantástico. Creo que Laos es principalmente conocido en España porque fue donde se escondió Roldán cuando se fugó con los millones. Y no me extraña que se fuera hasta allí.

Menuda sorpresa nos llevamos. De repente estábamos en una ciudad donde las motos y los coches no tocan el claxon, inimaginable en Vietnam, llena de mansiones coloniales francesas, templos budistas, monjes vestidos de naranja y con el pelo rapado, rodeada de montañas y vegetación tropical y a orillas del Mekong...

La ciudad, si tiene algo malo, es que está llena de turistas, pero claro, si uno quiere ir a los sitios bonitos, el resto del mundo también quiere, así que hay que aguantarse. En dos días conocimos más españoles que en cuatro meses en Vietnam. Pero claro, la presencia de turistas también trae buenos hoteles, buenos restaurantes, mercados de artesanías, en este caso nocturno, y, en general, seguridad. Laos es seguro, aunque no vimos ni un solo policía, ni siquiera en el aeropuerto, al contrario de lo que pasa en Vietnam, que es seguro, pero hay bastante policía.

La ciudad como digo, es una mezcla extraña de Casas coloniales francesas



Templos budistas




Y el Mekong





Los templos budistas impresionan por sus bajorrelieves dorados y sus incontables estatuas de Budas, en diferentes posiciones: de meditación, recostado, de pie. Los Budas no son una persona concreta, según me enteré. Son personajes históricos, porque no son dioses, que han alcanzado el despertar espiritual (más o menos el Nirvana). Estuve charlando con un monje de 17 años en uno de ellos. Al principio me impresionó pero luego me di cuenta que era un chaval normal. El sistema de los monasterios budistas en la actualidad es similar a los de los Seminarios en España hace años. El chaval se había metido en el Monasterio para estudiar el Bachillerato, donde le habían enseñado a hablar un inglés muy aceptable, y lo que quería ser era Ingeniero eléctrico. Así que, en cuanto acabase los estudios, que en el Monasterio eran gratis, se saldría para ir a la Universidad.


Comimos y cenamos muy bien, y disfrutamos de la Beerlao, la cerveza Laosiana, que se sirve en frías botellas de 666 Cl, dos tercios de Mahou para empezar y disfrutamos del Mekong,


El Mekong, el Mekong....Por cierto, un detalle curioso para mis amigos asturianos


Voy a colgar fotos en Picasa. Merecen mucho la pena. Seguir este enlace.

http://picasaweb.google.com/118393704446839592274

No hay comentarios:

Publicar un comentario