Cimbrel Atlético de Hanoi

Aventuras de un socio del Atleti, colmenareño y naviego en extremo Oriente

viernes, 25 de febrero de 2011

SEGUIMOS HACIENDO HISTORIA

La cocina española sigue haciendo historia en Vinh Yen…Del cocido me sobraron dos chorizos y una morcilla… ¿Qué hacer con ellos? ¿Cómo darles utilidad?

¡¡¡¡Lentejas con chorizo!!!!



Las lentejas eran también españolas. Mi maleta en el último viaje parecía Eroski. Tengo que agradecer y recomendar el envasado al vacío de Casa Poli, Por que los perros antidroga de la policía Viet no señalaron la maleta, y razones tenían, con los dos kilos de chorizo, dos kilos de morcilla, cuatro puntas de jamón, dos barras de salchichón, una de chorizo, una de lomo y un queixo de Arzúa. El resto de materiales garbanzos, lentejas, pimetón y colorante no huelen tanto.

Hice una perola bastante grande y sobraron. Me encontré con el dilema de qué hacer con ellas. Todo menos tirarlas, por supuesto. Tenemos un buen congelador, pero no tenemos tuppers….¿Qué hacer? Cristian propuso congelarlas en una bolsa de El Corte Inglés…. Lo valoramos, pero como tenemos minipimer se me ocurrió otra cosa….hacer puré y congelarlas en una botella de coca cola. Hemos inventado un nuevo refresco de lentejas….

Os dejo aquí una foto con otro de los artilugios que vinieron en mi maleta… Lamentablemente todavía no he podido estrenarla. El mandil me lo trajo Cristian de Buenos Aires y es de Boca, para los que no sois futboleros. El que me quiera regalar algo me puede comprar uno del Atléti para cuando vuelva a España… pero definitivamente, no quince días, que esos días no cocino.


HACIENDO HISTORIA EN VINH YEN

El sábado pasado hicimos historia en Vin Yenh, pero historia de la que se escribe con mayúsculas, HISTORIA. Aconteció un hecho que sin duda pasará a los anales de la provincia de Vinh Phuc, cuya capital es Vin Yenh, como todo el mundo sabe.

El sábado pasado se celebró, porque no se puede decir de otra manera, el primer cocido madrileño de esta ciudad y de esta provincia. No es algo que pueda afirmar con toda seguridad, quien sabe si alguna vez no hubo algún madrileño por aquí e hizo un cocido. La verdad es que lo dudo, pero de lo que si estoy seguro es que el material que pudo utilizar ese supuesto madrileño en Vinh Yen no era de Casa Poli, y eso, marca la diferencia.

A pesar de los 12.000 km y el mes largo de congelación no puedo describir como saben aquí los chorizos, las morcillas, las puntas de jamón y los garbanzos pedrosillanos de Salamanca (estos no hizo falta congelarlos). El tocino, el pollo, la carne, las patatas, las judías verdes y las zanahorias eran vietnamitas, pero mejoraron sobremanera después de pasar 4 horas en el jacuzzi con la excelsa compañía del producto colmenareño.



Quizá lo que no estuvo a la altura es el vino. La bodega de Vinh yen no es muy larga. Hay un tempranillo cosecha 2009 DO Cataluña, Laviña, que no está mal. La botella sale a 4,7 euros. El Aroma del Llano, de Viñas del Portillo de Buñol, Valencia, es “bebible”. Claro que la embotelladora está situada en el Polígono Industrial El Llano de Buñol, y el vino se llama “Aroma del Llano”, así que os podéis hacer una idea. Pero el Marquitos, tempranillo de la Tierra de Extremadura, más concretamente de Almendralejo, donde el chorizo, es un auténtico matarratas, incluso aquí, donde todo lo hispano se evalúa con cierta condescendencia.

Volviendo al cocido, daba gusto ver comer sobre todo a los que llevan varios meses sin pasar por España y ya están acostumbrados al Xu Xu Xao. En el fondo quizá fuera una faena que comieran cocido porque a lo mejor ya se habían hecho a la idea que la comida consiste en arroz, Xu Xu Sao, arroz, Pollo escuálido, arroz y sopa de arroz.

Os pongo una foto de los asistentes. No fue un cocido de solteros porque había mujeres y me parece que el único soltero soy yo, pero bueno, la verdad es que nos reimos bastante. Lamentablemente de postre no pude poner requesón de Abredo y de aperitivo no nos pudimos tomar una cajina de sidras. Tampoco hubo toros. Parece ser que la feria taurina de Vinh Yen no es en esta época aunque me temo que no es en ninguna.


De todas formas, una vez que se fueron los comensales, algunos venidos de 8 horas de coche, no puedo decir que aprovechara mal la tarde. Me eché en la cama a las 6 de la tarde y me despertaron a las 4 de la tarde del día siguiente. A mis pobres compañeros los dejé en la calle. Tuvieron que llamar a la señora de la limpieza para que viniera a abrir porque supusieron que me despertaría a alguna hora decente y no se llevaron llaves.

El cocido lo convoqué porque quería hacer antes una reunión de trabajo con todos los expertos internacionales y me pareció la única forma de que vinieran todos…Ya se que mis reuniones no les gustan mucho a mis compañeros…


Os iré informando de cualquier otra novedad culinaria