Cimbrel Atlético de Hanoi

Aventuras de un socio del Atleti, colmenareño y naviego en extremo Oriente

lunes, 16 de agosto de 2010

LA TPA EN VIETNAM


Para los que no lo sepan, la TPA es la Televisión del Principado de Asturias, y aunque supongo que tiene todos los problemas de las televisiones autonómicas y que la audiencia no será prodigiosa, tiene el buen gusto de emitir por Internet y desde hace un par de años retransmitir el Descenso a Nado de la Ría de Navia.

Así que el Domingo pasado, a las diez de la noche, me senté en la terraza con la luz apagada, el ventilador apuntándome y el ordenador conectado a la TPA.

Para los que no lo conozcáis, no oséis confundirlo con el Descenso del Sella. Para empezar se hace nadando, no en piragua, o sea, que es para paisanos, paisanas, porque además de la distancia, 5000 metros los hombres, 3000 metros las mujeres y otras distancias para las categorías de veteranos y menores, el agua está condenadamente fría, a pesar de ser en verano, pero claro, verano asturiano. Yo no recuerdo ahora mismo ningún descenso con sol, y este no fue la excepción. Cielo encapotado como manda la tradición, para que los nadadores no se sofoquen. Además en las vísperas Navia no se llena de manzanillos bebiendo sidra como condenados, aunque el fin de semana del descenso hay bastante ambiente, para que negarlo, aunque no tanto que no le permita a Luis el de La Magaya servirte media cajina de sidras en media horita.


El Descenso está organizado por la Asociación de Amigos de la Ría de Navia, de la que soy socio a pesar de la férrea oposición del tesorero a causa de un pequeño malentendido que surgió hace años sobre quien debía de pagar mi cuota, si yo, o el tesorero. Una vez aclarado que comprendía que mi cuota la debía pagar yo y que no volvería a cederle los derechos de pago, pude volver a hacerme socio hace dos años. En la Asociación trabajan un montón de naviegos de manera desinteresada. Tengo un montón de amigos allí dentro y el Presidente es el primo de Julito el del Muelle, lo que es estar conectado de verdad.



Así que el domingo eche de menos ver la cabalgata cómico folclórica, la diana floreada de los gaiteiros, ir al muelle a ver a los nadadores llegar, comer pipas y tomar un chupito de Los Serranos con Julio en la ventana de casa de sus padres, que da directamente sobre el Muelle, ver a Gabriel alcanzar la meta (categoría +70 años, distancia 1.000 metros, tiempo de este año 1 hora 54 minutos ¡con lo fría que está el agua! Que monstru) y este año, podría haber visto a mi hermano Manu, que nadó 1.700 metros.

Después de acabar la competición la tradición manda ir a tomar el bollo de chorizo con media cajina de sidra en el jardín enfrente de la panadería de la Barca...Buen sitio para juntarse, siquiera por un rato, la panda de inseparables comedores, bebedores y fiesteros con la que me andaba cuando vivía en Navia

El domingo pasado no hubo nada de lo que cuento… solo la TPA...



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