Estamos en plena semana de Tet,
el nuevo año lunar. Concretamente el primer día del año fue el pasado domingo.
Las festividades del Tet en Vietnam están llenas de tradiciones, algunas
milenarias, otras no tanto, algunas he tenido ocasión de
explicarlas en el blog el año pasado, como la del Diós del fuego que habita en
nuestra cocina, el Banh Chung, pastel de arroz glutinoso (pegajoso) o el dinero
de la suerte (Li Xi).
Este año ha sido mi primer Tet
casado con Huòng, y por tanto, mi primer año nuevo lunar como parte de una
familia Hispano Vietnamita que quiere mantener las tradiciones de las dos
culturas. Así que este año no he sido mero observador, sino que he participado
plenamente en los preparativos, desarrollo y celebración del Tet.
Comenzamos el domingo tres de
febrero. Ese es el día, una semana antes del Tet, en que el Dios del fuego, que
habita en nuestra cocina, debe iniciar su viaje hasta el cielo para informar al
Dios Padre, o Emperador de Jade, de cómo se ha portado la familia durante el
año. Para facilitarle el viaje se lleva un pez, una carpa, a la casa y después
se libera en un río, que ascenderá hasta su nacimiento, donde se convertirá en
Dragón y ascenderá al cielo con el Dios en el lomo. Compramos nuestro pez, lo
llevamos a casa y le pedimos que llevara sano y salvo al Dios hasta el cielo
para que informara de nuestro buen comportamiento y que el año que viene sea tan bueno como el pasado. Aquí veis el pez y a Huòng
pidiéndole que cumpliera el encargo.
Cuando el Diós de la cocina se
fue, le pedimos a los otros Dioses que viven con nosotros, el de la tierra y el de la casa, que hicieran
un esfuerzo por cuidarnos, puesto que ahora nuestro Dios particular no estaba.
Les ofrecimos comida y quemamos incienso.
Otro día elaboramos, en casa de
un compañero de Huòng, el Banh Chung, pastel de arroz tradicional del Tet,
hecho con arroz glutinoso, judías, todo ello envuelto en hojas de de La Dong y
atado con tiras de giang, un tipo de bambú.
Os dejo un enlace en español
donde se explica la leyenda del nacimiento del Banh Chung para los que estéis
interesados en las leyendas vietnamitas:
Aquí podéis ver parte del proceso
de elaboración. No soy muy habilidoso, aunque la cocina no se me da mal, no
obstante conseguí hacer dos Bah Chung cuadrados y uno circular bastante
decentes.
Tras la cocción, entre 9 y 12
horas, nos los llevamos a Haiphong,
donde mi suegro los ofreció a los antepasados en el altar familiar como un
presente del nuevo hijo, que aunque sea Anh Tay (señor extranjero), se esfuerza
por cumplir las tradiciones. Me hizo mucha ilusión el que lo hiciera. Después
nos los comimos, pues los antepasados los agradecieron pero no los comieron, y
debo de decir que estaban bastante buenos.
He decidido desarrollar un nuevo
Bah Chung hispano Vietnamita. La versión
que hicimos era vegetariana, arroz y judías, pero hay otras que incluyen cerdo,
así que creo que el año que viene haremos un Banh Chung preñao, es decir,
arroz, judías y un chorizo en el medio…Seguro que está aun más bueno.
El miércoles, coincidiendo con la
visita del programa de Españoles en el Mundo, fuimos a comprar el árbol tradicional
del Tet, un mandarino. También son típicos una especie de cerezos que florecen
justo ahora, con flores rosas en el norte de Vietnam y amarillas en el sur. Una
vez comprado fuimos a comprar una maceta, que no estaba incluida, y procedimos
a plantar el árbol en casa. Aquí hay una foto una vez finalizado el proceso de trasplante en mi
casa y después, una foto del cerezo de casa de mi cuñado, con mis sobrino
Gia Hung decorándolo.
El viernes nos fuimos a Hai
Phong. Todos los vietnamitas vuelven a su lugar de origen, a la casa familiar,
incluso los fallecidos, para estar juntos durante el Tet, así que nos fuimos a
Hai Phong, a casa de mis suegros, donde, como buena fiesta familiar que se
precie, pasamos el fin de semana comiendo, cenando, desayunando y visitando a
los miembros de la gran familia, tíos primos y la abuela. A las doce de la
noche del último día del año, fuimos a ver los fuegos artificiales, que como
todo el mundo sabe, vienen de China, y que, por tanto son espectaculares, o por
lo menos, muy largos… Acabé con dolor de cuello, por motivos obvios.
Todo el país tiene vacaciones
durante una semana, las únicas del año para la mayor parte de la gente, pero yo
y unos pocos tuvimos que acompañar al Ministro de Transportes de Vietnam a visitar nuestra obra
Así acabó el Tet para nosotros,
nuestro primer Tet. Nuestro Dios de la Cocina ya ha vuelto del cielo y
esperamos que el informe haya sido positivo, las almas de los antepasados están
volviendo a los cementerios una vez que
la familia hace la fiesta final para despedirlos hasta el año que viene y el
país poco a poco recupera la normalidad.
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