No os podéis imaginar lo que echo de menos O Carballiño en Vinh Yenh: el pulpo, el Ribeiro, especialmente el Viña Mein, el licor café, el gimnasio debajo de mi casa para estar en forma, Santiago de Compostela y Ourense a dos pasos, lo relativamente cerca que estaba de Navia, lo relativamente lejos que estaba de Colmenar , el magnífico proyecto del Ourense Lalín, con sus quince viaductos y trece túneles, la Dirección de obra, los Contratistas, sobre todo a Sacyr y a Mº Luz y sobre todo cada uno de los compañeros de trabajo del ACO Carballiño, profesionales increíbles y mejores personas.
Ayer matamos un poco la morriña con los chorizos que Sergio, gallego de pro, tuvo a bien traer en su último viaje. Los trajo de dos tipos, normales y ceboleiros, para el que no sepa lo que son los últimos que visite Ourense que es precioso, y los aderezamos con unos huevos fritos y unas patacas, también fritas. Para compensar tanto frito lo acompañamos con Jamón de recebo, queso, aceitunas y gazpacho.
Si no fuera por estos momentos de recuperación de la memoria culinaria no se que sería de nosotros. Por cierto, hace un calor insoportable.